Parte II Ian
Empiezo
a sentir frio en mis pies y mis manos, trato de abrir mis ojos pero me
deslumbra la lámpara de afuera que convenientemente su luz pega donde yo
duermo, volteo hacia abajo y veo los hoyos de mis tenis que parecen calcetines,
poco a poco me incorporo y me mareo por pararme de golpe, unos centímetros mas
y el cigarro con el que dormí hubiera incendiado la alfombra. Este hecho
siempre me da risa, eh estado a punto de presenciar catástrofes y siempre he
tenido suerte, y siempre me he reído de todo y todos. Me quito mis tenis y me dirijo
a cerrar la ventana cuando piso algo y grito como si me hubieran amputado el
pie, enciendo la luz y veo que es una
pipa la recojo y esta vacía, nada de nada, ni tabaco de sabor, pero tenia una
nota que decía “Por los viejos tiempos y la añoranza de la libertad” .
Con
estas palabras regresa mi inquietud y recuerdo que hacia antes de dormirme,
estaba recapitulando los últimos meses asi que me dare una ducha para
despejarme y recordar.
Veo mi
departamento y me da asco, pero no quiero ordenarlo hoy, primero empezare con
mi persona, entro al baño y estaba limpio, era lo único limpio de esta choza
eso y un plato y una taza, hasta ahora recuerdo que deje dormida aquí a aquella
chica que me acompaño en mi aventura de aquella noche, iba huyendo de dos
guardias de seguridad privada y me escondió en su coche, no la conocía y sigo
sin conocerla por completo, no recuerdo su nombre pero si recuerdo sus pechos
pequeños y sus piernas bastante estilizadas, recuerdo sus uñas y miro mi
espalda arañada, recuerdo sus dientes y recuerdo que después del sexo quería
llegar mas lejos, quería cumplir todas sus filias con este extraño que no tiene
mas que fetichismo con algunas prendas, debe ser esa la razón por la cual no
dejo ningún numero o e-mail, en fin fue divertido y le agradezco por haber
limpiado el baño el cual vomito y los platos que uso.
Ahora
que siento las gotas de agua caliente cayendo sobre mi cuerpo me siento
protegido, el shampoo va disipando el olor a cigarrillo a alcohol a sexo y a
drogas, me voy sintiendo mas limpio y ligero también por alguna razón mas
protegido. Ya limpio me reviso todo el cuerpo tengo algunos golpes feos pero me
alegro porque no tengo ladillas ni síntomas de alguna ETS aun así iré a hacer
el test mas importante solo para asegurarme. Saco mi cepillo de diente de atrás
del espejo y tiro al lavabo un montón de líneas de coca sin verlas para no
tentarme.
Me pongo
ropa cómoda y preparo una buena cantidad de café, pero no hay galletas así que
voy a la tienda y paso a saludar a los policías, José hace como que no me ve y
Andrea me sonríe y me dice: “Una chica salió de tu departamento ayer, pero no
te vimos en todo el día, todo bien cierto” le respondo con un si y gracias, el
tendero me saluda indiferente y regreso a la oscuridad de mi departamento,
pongo a Luis Eduardo Aute y ahora si comienzo mi viaje hacia el pasado.
Marcos
estaba tan perdido en otra realidad que no me estaba escuchando, pero yo seguía
hablando de porque no escribía en periódicos y de porque no quería un trabajo
fijo, no me escuchaba pero yo tampoco estaba bien, mejor que el si pero no
estaba en la realidad en la que todos están, estaba medio ebrio asi que decidi
callar y disfrutar de la música de fondo, abri los ojos y la chica que había
conseguido marcos le besuqueaba el pecho y mordia sus pezones voltee a mi
derecha y había una chica un tanto mas timida que la de marcos a mi lado,
estaba solo fumando algo aburrida y me susurro al odio: “¿a que hora empieza lo
divertido?” con una voz algo seductora, me levante de ahí la tome a una mano y
salimos de aquel apartamento, como a dos minutos caminando, en la misma unidad
estaba el mio, que aunque era muy parecido nadie nos molestaría. Vamos riendo y
taradeando alguna canción y veo que los policías de la entrada me miran y solo
mueven negativamente la cabeza y rien, no le doy importancia y abro la puerta,
antes de que esa chica entrara le dije un verso de un canción de Joaquin Sabina
que ya se me había hecho costumbre decir antes de que alguna mujer entrara: “En
mi casa no hay nada prohibido, pero no vayas a enamorarte, con el alba tendras
que marcharte, para no volver”.
Ella rio
mucho y comenzamos en el marco de la puerta lo que terminariamos tirados en alguna parte de mi apartamento, cada ves nos tocabamos de
forma mas febril y cerre de un portaso para iniciar una noche desenfrenada, una mas...
De mis parte favoritas de prohibido prohibir mi amado Garrik <3 Excelente escrito le amo aunque no lo conozca. Atte Alana
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